A Sergio Rodríguez, a nuestra larga marcha
Henys Peña (23/09/2020).
A Sergio no lo conocí, no personalmente, varios de mis amigos sí lo conocieron y compartieron con él, pero estuve ese día allí, en la marcha nacional de universidades, en el bloque de la Universidad Simón Rodríguez. Allí escuchamos o mas bien sentimos como al acercarnos a La Hoyada, se filtraban entre nosotros, pasándonos casi en carrera, los compañeros de la Universidad Central de Venezuela, con el grito que les identificaba, U U UCV, la meta era llegar al Congreso Nacional, pliego de lucha en puños alzados.
Se enciende la pradera
Un año antes, el 4 de febrero de 1992 unos desconocidos en
traje camuflado, habían intentado “asaltar el palacio”, habían derribado las
puertas con una tanqueta, y un oficial había dejado en claro tres cosas que no
era frecuente escuchar juntas por esos días, un hombre derrotado en la breve confrontación
de la madrugada, y agotado, con voz firme y serena, dijo “yo, ante el país y
ante ustedes, asumo la responsabilidad de este movimiento militar Bolivariano”,
sí, acostumbrados como estábamos a que todos encontraran excusas para evadir
responsabilidades y transferir culpas, este nos sorprendía diciendo que asumía él
toda la responsabilidad y nos entraron unas ganas de compartir sus culpas y que
el compartiera las nuestras.
Rodeado de sus captores, tenía la entereza para dejar
en claro también “el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino
mejor” y mostraba su profunda preocupación, luego de saludar al país, de
inmediato se dirigió “a los valientes soldados que se encuentran en el
Regimiento de Paracaidistas de Aragua y en la Brigada de Valencia”, estos aun
resistían y “por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en
la ciudad capital. Es decir, nosotros acá en Caracas, no logramos controlar el
poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de evitar más
derramamiento de sangre” pero al pasar de los días entendimos que ese “por
ahora” era con nosotros.
Ese era el telón de fondo, sobre el que marchábamos ese día,
andábamos todos “insubordinados”, de febrero del 92, pasando por noviembre del
mismo año, dos rebeliones militares habían desatado una tormenta que demolía
día a día el viejo pacto, la vieja alianza, la moribunda estructura.
Es que 300 años de calma no bastan
Sergio sin embargo, como muchos de los que marchábamos ese
día, venía de otra larga marcha, muy larga, la Guara lo describe “El flaco
Sergio hijo de la siempre querida Victoria era un militante integral; uno de
aquellos raros ejemplares que no se quitaba el uniforme para aportar en
cualquier parte, que trascendía al 23” (1).
Venía del largo trabajo de lucha, no solo en el 23 de enero,
de los periódicos comunitarios, de los murales, de la lucha cultural, venía de:
“… una vez que nos mandaron a Colombia a conversar
con unos compas sobre la Escuela de Pensamiento NuestraAmérica. El loco me hizo
bajarme del bus en la frontera y comenzó a cruzarla a pie. Llegaba a Colombia y
corría al lado de Venezuela… Así muchas veces mientras gritaba: ´Ja, ja, están
jodidos todos los que pretenden olvidar el sueño de Bolívar… Ja, ja, somos un
solo pueblo, miren lo que hago con la frontera´. Estaba maravillado de ese
espacio tan tonto que llaman frontera. Y los soldados del DAS sorprendidos con
ese loco altote dando saltos de aquí para allá por casi dos horas. Y conste que
en esos tiempos no era común hablar de integración. ¿Han visto ustedes un ´discurso´
más claro sobre lo que significa integración? Yo no. Lo juro” (1).
Ese día acompañábamos a Katiuska Sosa (casi de escuderos), junto
a otros compañeros del Núcleo Los Teques (que me corrijan, pero recuerdo a;
Luis Jaspe, Yarelis, a Carmen que no era de Los Teques), por eso no nos fuimos
al frente, donde sabíamos se dilucidaría la jornada, los vimos pasar de largo,
allí iba el Flaco, iban locos, felices, y nosotros los envidiábamos, estoy casi
seguro de haber escuchado a alguien lamentar tener que seguir con Katiuska, o por
lo menos haber interpretado las miradas.
Así cuando se desató la tormenta, y empezaron las bombas lacrimógenas,
los disparos, nos retiramos en orden, tomamos “prestado” un autobús en el que
llevamos a la compañera a la Plaza del Rectorado de la UCV. Al llegar allí fue
que escuchamos la frase con la que se saldó la marcha nacional de universidades
“mataron al flaco, a Sergio Rodríguez”.
“El 23 de septiembre de 1993, el estudiante de sociología de
la Universidad Central de Venezuela (UCV) Sergio Rodríguez perdió la vida como
consecuencia de un disparo que recibió por parte de un policía” (2), esa será
la reseña histórica, pero como hacer sentir esos días en los que se juntaron
las rebeliones de 400 años, las izquierdas de todos los tiempos, como interpretar
su “risa desobediente”, como leer en sus poemas “...Dispuesto a entregar mi
vida, estando seguro y convencido de que la muerte no existe" y entenderlo.
Se puede ser así
La Guara que debe andar por Sanare, con los muchachos de Argimiro,
nos ayuda un poco:
“Recuerdo las escapadas del flaco de su garita de
vigilante para ir a la Escuela de Educación a mostrarme un panfleto, un poema,
cualquier vaina que sirviera de excusa para huir del tedio de ver carros pasar
y de buenos días sin respuesta. A una profesora de la Escuela de Odontología la
jodió bien feo. Todos los días le daba los buenos días y ella no respondía. Ah,
imaginen a la academia inclinándose a responder al saludo del vigilante. Por
favor. Un día la espero con un poema escrito en un marca-libros y se lo regaló
por mal educada. Creo que esa mujer jamás olvidará al flaco” (1).
Así andaba Sergio entonces, ese es del que me han hablado
sus amigos, insurgente, irreverente, irreductible, por eso lo mataron, porque
tanta alegría y lucha juntas, reunida en un solo ser, tienen que tratar de quebrarla
de un balazo, como la saben frágil la creen asesinable, pero siempre olvidan
que por donde entra esa bala, salen también los poemas, las palabras y el
ejemplo que hoy nos guían, la vida que hoy nos alimenta.
“Recuerdo otra misión. Una vez nos mandaron a
aprender a hacer los famosos ´bastones´, especie de chopos artesanales con los
que íbamos a enfrentar a los enemigos, los de afuera y los de adentro. Ilusos
llegamos a casa del ‘instructor’ y nos fajamos a trabajar con las manos casi,
sin herramientas casi. Al final de la tarde, cansados y sucios, teníamos cada
uno un “bastón” y el compromiso de multiplicarlos. El peludo nos dijo
sentencioso: compas, el esfuerzo que les costó hacer el bastón permitirá que lo
quieran, que lo respeten, que se identifiquen con él, que confíen en él…
Después de eso nos enteramos de que había maneras más fáciles de hacerlos.
Otros lo perfeccionaron más adelante; pero en ese momento bajamos a Caracas
orondos, orgullosos de nuestra obra y protegiéndola como si de un niño se
tratara. Así entendía el flaco la línea militar de masas. Sin tanta paja, sin
ese velo de misterio de guerrillero clandestino.
Sospecho, casi puedo asegurar, y sino se me antoja, que Sergio andaba por aquí por
Los Teques, con los compañeros del Guaicaipuro II, no coincidimos tampoco en
esos días, pero de seguro la diferencia de la fecha de su “Taller” con respecto al
nuestro, fue de unos días quizás semanas.
Así lo conocemos
Hoy Arisel me preguntó por Sergio, una compañera de la radio La Voz de Guaicaipuro, quería confirmar la fecha, "Mango" había enviado un texto, y ella había conocido a Sergio, porque yo le había contado hace tiempo de él, y que había sido un 21 de noviembre, día del estudiante universitario aquí. Me toco ponerme a investigar y confesar después que me había equivocado, que fue un 23 de septiembre y me puse a escribir, para juntar recuerdos, emociones y retener algunas lágrimas, porque a Sergio no lo conocí, no personalmente, solo marche cerca de él el día que nació su ejemplo.
(1) Recordando a Sergio Rodriguez, http://toparquia.blogspot.com/2008/09/recordando-sergio-rodriguez.html, consultada el 23/09/2020.
(2) A 21 años de su asesinato Sergio "el flaco" Rodríguez, hombre ejemplo de lucha revolucionaria (+ FOTOS), http://ve.globedia.com/anos-asesinato-sergio-flaco-rodriguez-hombre-ejemplo-lucha-revolucionaria-fotos, consultada el 23/09/2020.
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