Las líneas en el Konuko XXIV
Por: Rafael Marrero (22/12/2018)
No hace falta ser una persona letrada para identificar el significado de la expresión “Porcus Pensares”, acepción en latín con la cual titulo las líneas editoriales del día de hoy, sin embargo, no se trata de colocar adjetivos a ninguna persona, más si a las situaciones que hacen que se nos empobrezca el alma y la conciencia.
Quise en esta oportunidad escribir algo con respecto a la invasión a Panamá ejecutada hace exactamente 29 años (20 de Diciembre de 1989) y fue muy poca la información audiovisual que conseguí al respecto, por lo general solo conseguí información manipulada por los laboratorios de guerra de cuarta generación al servicio del imperialismo transnacional que distorsionan las causas reales de tal evento bélico, igual suerte corrí al intentar recabar la información en distintos portales de medios electrónicos, no así ocurrió con un evento que comentaré más adelante.
El gobierno de facto de entonces presidido por el General Manuel Antonio Noriega en Panamá, era del total apoyo del gobierno norteamericano, al extremo que en los años 1984 a 1987, aún recibía el reconocimiento del gobierno de los Estados Unidos a través de la D.E.A (Oficina antinarcóticos del Gobierno Norteamericano), según documentos desclasificados del Departamento de Estado, a solo 13 años de que se vencieran los acuerdos del tratado Carter –Torrijos, que entre otras cosas, establecían el control absoluto del Canal de Panamá a manos del gobierno panameño, así como la retirada de las tropas militares y el desmantelamiento de las respectivas bases militares norteamericanas establecidas para esa fecha en territorio Panameño.
A mediados de 1987, comenzaron una serie de declaraciones de voceros del congreso norteamericano así como de personeros del departamento de estado quienes comenzaron una campaña de descrédito contra el General Noriega, quien hasta ese momento figuraba como uno de sus aliados incondicionales para la fecha, tal cambio se dio debido al giro que comenzó a dar en la política interna de Panamá el General Noriega al apoyar algunas iniciativas nacionalistas y que contaban con el apoyo de las fuerzas de milicianos organizados en respuesta histórica a las 6 invasiones previas a que había sido sometida Panamá por parte del imperialismo norteamericano desde 1856.
Luego de la campaña de descredito orquestada durante año y medio desde el departamento de estado norteamericano apoyada por algunos gobiernos títeres en la región para la época y de los apátridas internos en suelo panameño, se materializó lo que la historia conoció con el nombre de “CAUSA JUSTA”, que no fue otra cosa que el genocidio de más de 4000 personas, según cifras oficiales de organizaciones internacionales de Derechos Humanos, donde la superioridad tecnológica y en capacitación militar quedó manifiesta, toda vez que el ejército invasor desplegó más de 26.000 efectivos de fuerzas especiales, entre los que incluyó tropa de la armada y la puesta a prueba de dos nuevas aeronaves de combate recién diseñadas por los perros de la guerra, contra 12.000 combatientes panameños, sin suficientes armas, con una capacidad tecnológica muy reducida.
Honor y Gloria a las Milicias Panameñas que opusieron resistencia a la invasión de Diciembre de 1989.
Ahora bien, tratando de buscar más información con respecto al tema antes referido, me he encontrado con una situación que deja mucho que desear del discurso y de la postura ideológica de muchos “Camaradas”, quienes en medio del asedio económico, informativo, comunicacional, ético y moral del cual somos víctimas actualmente, se han dado a la tarea de estar haciendo extensas “exposiciones” y hasta “tratados” de su “Derecho al Pernil”, ¿Cómo se explica eso?
No le doy la razón a quienes estén molestos porque no les va a llegar el “Pernil”, porque la historia y el pasado reciente de Panamá, nos recuerda y nos ubica en una posición similar, claro está, con sus marcadas diferencias, pero las amenazas están allí. ¿Cómo se verán perniles enteros cayendo adheridos en las cabezas de misiles o morteros en nuestras localidades?
Ahora bien, “la culpa no es del ciego” dice un refrán conocido por todos nosotros, de allí que me siento obligado e fijar posición al respecto y en esta oportunidad mi análisis gira en torno a dos hipótesis que dejo a la reflexión de los lectores y se centran en el empedernido criterio dadivoso del ejecutivo nacional con respecto a la entrega o venta de los benditos perniles, fíjense, no los producimos en nuestro país y en caso de ser así, ¿Quién garantiza una venta a precios reales y justos de ese y todos los demás rubros a la población?, o peor aún, ¿Por qué no se ha logrado dar pie con bola contra la guerra económica y garantizar unos sueldos y salarios acordes con los costos de los productos, que en ese espiral de infortunios nuestros, mantiene nuestro poder adquisitivo muy por debajo de lo esperado?
Camarada Nicolás, el gobierno es para gobernar, ya está bueno de cuadres y acuerdos con la burguesía que hace posible la existencia de los “Porcus Pensares”.
RECOMIENDO EL SIGUIENTE ENLACE:
https://www.youtube.com/watch?v=nQero2CjIP8