Desde mi trinchera Editorial N° 174
4 de abril de 2023 por Carlos Mezones
Continúa en marcha la desacertada política monetarista del BCV. En lo que va del año 2023 el gobierno mantiene la terquedad de creer que inyectándose dólares al sistema bancario público y privado se va lograr frenar, estabilizar o hacer retroceder el valor del dólar. Pareciera ser que algún interés muy particular de la elite política que apuestan más al detrimento de los salarios de los trabajadores y de la pobreza del pueblo general, los conlleva a seguir con esa política monetaria fracasada.
La experiencia en los últimos 8 años indica la cagada de esa política. Demuestra y confirma lo que en este editorial afirmó de esa orientación económica. Dos referencias para citar algunas hemos conocido y los datos que nos muestran esos períodos indican que por esa vía los resultados seguirán siendo desastrosos para la población venezolana. Veamos:
A) En el 2022 el BCV en sus intervenciones cambiarias al sistema bancario, colocó la cantidad de 5000 millones de dólares con el objeto de detener el incremento de la divisa EEUU y no lo logró. En enero de 2022 el dólar comenzó con un valor de 4.76 bolívares y terminó el 30 de diciembre de ese mismo año con un valor de 17.49 bolívares. Ante ese hecho monetario la devaluación del bolívar sumó en los 12 meses 75 %, el salario mínimo cayó en 7.40 dólares y el valor del bolívar frente a la divisa de EEUU se colocó en 0.05717, es decir NADA.
B) Ahora en el 2023, entre enero-marzo, el BCV colocó en el sistema bancario 1039 millones de dólares. En enero el valor del dólar inició con un valor de 17.55 bolívares y el 31 de marzo cerró en 24.52 bolívares. Ello implica un ascenso del dólar de 39.7 %, un salario mínimo de 5.30 dólares y una depreciación del bolívar en el primer trimestre en relación con el dólar de 28.6 %, ello implica que el valor del bolívar frente a la divisa en cuestión bajó a 0,04078.
Conclusiones:
a) La política monetaria del BCV tomando como referencia las intervenciones bancarias ejecutadas en los años 2022 y 2023, que en la sumatoria alcanzan un poco más de 6 mil millones de dólares, demuestran que no han producido los resultados esperados de estabilizar y frenar el incremento del dólar, en consecuencia, esa directriz sigue siendo una política económica errada.
b) Mientras los RICOS del país se han apropiado, en el bienio 2022-2023, de la cantidad de 6000 MILLONES DE DÓLARES para ser distribuidos entre el 1.5 % de ese segmento de la población, la mayoría nacional el 98.5 % % de los venezolanos, sólo reciben migajas para poder subsistir.
c) De igual manera los 1039 millones de dólares que el BCV colocó, en el primer trimestre de 2023, en el sistema bancario público y privado, se puede detectar que solamente el 1.5 % de la población, compra esos dólares. Aquí vale preguntarse ¿De la cantidad de dólares quemados en el 2023, cuantos pudieron haber comprado los pobres y los trabajadores del país?
d) Todo indica que la estabilización del valor en el mes de marzo de años anteriores es casi idéntica a la que la estabilización del dólar que se observó en el mes de marzo que acaba de concluir y ha sido durante todos los meses de marzo un espejismo originado por la cancelación del Impuesto Sobre Las Rentas (ISLR). Recordemos que el impuesto se paga en bolívares y no en dólares.
e) La devaluación del bolívar, la pulverización del salario mínimo más los bonos, como resultado del incremento del valor del dólar provocó una caída del consumo en un 11.5 % en el primer trimestre de 2023.
Referencias: BCV y Banca y Negocios.
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