Supe por primera vez de Juan José Bautista Segales (Bolivia, 27 de diciembre de 1958 - México, 11 de abril de 2021), cuando resultó ganador del Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2014,por su obra ¿Qué significa pensar desde América Latina? En abril de 2015 escuché sus palabras cuando recibió el premioen el Teatro Teresa Carreño (TTC) de Caracas. Si recuerdo bien, la presentación de Bautista estuvo a cargo de quienpara entonces fuera el Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Aristóbulo Istúriz. Con apenas un par de semanas de diferencia, el académico y el hombre de acción se reencuentran ahora más allá de lo inteligible.
Para saludar a la audiencia que llenaba el auditorio del TTC en aquella oportunidad, Bautista usó las sonoras palabras en aymara: JilatanakasKullakitanakas (hermanitos y hermanitas), Me atrevería a decir que tamaña audiencia siguió creciendocon rapidez en nuestro país, en la medida que íbamos hermanándonos con sus ideas.
Quizás ningún otro título del Premio Libertador al PensamientoCrítico, haya sido tan leído, comentado y compartido, como el de este autor que desde un cuestionamiento a la modernidad capitalista defiende la tradición de una racionalidad de la vida, más allá del conocercaracterístico de esa modernidad. El pensar, la crítica y la racionalidad son los tres grandes escenarios del libro, pero el personaje de carácter es el consumoen esta obra imprescindible de nuestro pensamiento crítico.
Aunque no puedocitar aquímuchos pasajes invaluables, puedo permitirme ir a ese último segmento del capítulo IX , titulado La racionalidad de la reproducción de la vida, porque creo que sintetiza un análisis del consumo que entraña una autocrítica y un reto epistémico para quienes creemos en otro mundo posible: “cuando comemos el alimento-mercancía-capitalista, lo que comemos son las relaciones capitalistas de producción contenidas en esa mercancía-alimento, que se transforma luego en contenido de nuestra subjetividad”. O como lo dijo en su discurso del TTC: “el problema de la colonización moderna, radica en el tipo de consumo que ésta impuso, porque cuando hemos caído en esta forma de consumo, ya estamos colonizados, aunque nuestro discurso sea descolonizador y post-occidental”.
Una nueva subjetividad, un pensamiento emancipado, una conciencia de la liberación, implica ser capaces de un consumo distinto.“Solo así podremos decir de modo coherente que estamos en un auténtico proceso revolucionario y no en un mero proceso de cambio”, espoilear el final del libro es una tentación cumplida en esta breve nota para despedirte, hermanito Juan José.
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