Henys Peña
(originalmente escrito 23/03/2020, reelaborado el 28/03/2023)
Cuando
escribíamos, con motivo del centenario del natalicio de Argimiro Gabaldón, el
15 de julio de 1919, no pasó desapercibido el comentario “Puso al aire, en un
intenso trabajo colectivo, una radio clandestina (1956-1957) ´Radio Liberación´,
que operó como radio móvil con un denso tejido de colaboradores” (Peña, 2019) , dejamos guardado el
recuerdo para ser retomado, y esta es una muy buena oportunidad, para hacerlo.
Nuestra
investigación no ha detectado hasta ahora acciones anteriores de igual
naturaleza, pero eludimos la tentación de asignarle a Argimiro la paternidad de
la radio “popular” en Venezuela, no así el dotarla de su signo distintivo, al darle
un vínculo estrecho con la resistencia, en su caso contra la dictadura de Marcos
Pérez Jiménez, como radio “Catia Libre” lo fue en los noventa, contra los
gobiernos neoliberales y entreguistas.
Más
que el impacto en el contexto socio-político-cultural en Venezuela de los medios
alternativos de comunicación, es notorio el impacto de este contexto socio-político-cultural
en la conformación de medios, como alternativas de comunicación ante el
monopolio de la maquinaria publicitaria, expresión concreta de la sociedad de
consumo, y la transformación en mercancía de la totalidad, en el modelo
capitalista de producción.
Es
que si los medios de comunicación “alternativos” tienen una carga histórica y
política, no es porque los medios de comunicación comercial no la tengan, por
el contrario, porque la tienen y el epicentro de toda su propuesta política es “mercantil”
de “consumo” y operan como agentes de reproducción de la “ética” y “estética”
del capitalismo.
Ante
ese modelo de comunicación, y su evidente hegemonía, la resistencia, la contrahegemónica,
es de lucha contra el sistema económico depredador capitalista en su conjunto,
por lo que cava trincheras de lucha en el espectro radioeléctrico, sirva de
ejemplo la declaración del colectivo Onda Libre:
“El
arranque inicial de esta idea se remonta a varios años atrás, cuando en la
capital y en pleno régimen de Caldera, un equipo de personas comprometidas con
el cambio social comenzamos a hacer transmisiones clandestinas en las que se
criticaba las aberraciones y corruptelas de un gobierno que imposibilitaba la
plena libertad de expresión de los sectores populares. A la vez, en otras
partes del país (Táchira, Mérida, Lara, ...), otros grupos y colectivos
ensayaban proyectos similares” (Onda Libre, 2001) .
Como
no adjudicamos a Argimiro la paternidad del movimiento de medios alternativos
en Venezuela, mal podríamos argumentar la idea de que este movimiento es homogéneo
y unificado, por el contrario, es diverso y con articulación mínima, caben en
el, desde jóvenes radialistas que procuran abrir nichos fuera de los medios comerciales
tradicionales para quebrar la “payola”, ejerciendo la irreverencia propia de la
juventud, hasta medios de comunicación creados por decisiones de agrupaciones
políticas revolucionarias, pasando por medios mas o menos comunitarios y/o
gremiales.
En
este tiempo de bloqueo, en el que se desdibujan algunas de las ideas motoras
del movimiento de comunicación alternativa, políticamente comprometido, el impacto
en el contexto socio-político-cultural en Venezuela de estos también se
desdibuja, se multiplica el número de los que quedan fuera del aire, y se
reduce la “organización”, “participación” y “movilización” en torno a estos.
Onda Libre. (17 de junio de 2001). La Voz de
Guaiciapuro. Recuperado el 23 de marzo de 2020, de
http://www.lavozdeguaicaipuro.com.ve/2001/06/liberando-el-dial-para-el-oeste-de-la.html
Peña, H. (15 de julio de 2019). La Voz
deGuaicaipuro. Recuperado el 23 de marzo de 2020, de
http://www.henys.info.ve/2019/07/100-veces-argimiro.html
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