
Por Henys Peña
Toca retomar la cotidianidad, las
tareas, responsabilidades, luego de cerrar el año con breve descanso y consultando los textos de
Augusto Mijares, y con mi hermano de la montaña dedicado a cosechar café en la Empresa Conuquera Familiar Karive, de la que esperamos dar detalles pronto.
Iniciamos el año pensando en completar,
perfeccionar nuestra línea argumentativa y de acción colectiva e individual, y
nada más propicio que la "Trova Nocturnal" que se presentará en Guateque
(estación del Metro “Alí Primera” en Los Teques) el sábado 19 de enero, a
partir de las cinco de la tarde, con nuestro hermano de armas Rolando López.
Los primeros días del año
entramos en una especie de obsesión argumentativa sobre la necesidad de
“acciones heroicas”, caraterizando el momento como el de la “Nueva Venezuela
heroica”, quizás bajo el influjo de textos como “los miembros del Vietcong … se
encadenaban a los árboles, arrojaban lejos la llave y combatían con su fusil o
subfusil sin posibilidades de retirada ni rendición” de Wikipedia, o de
canciones como “El necio” que tantas veces hemos compartido, acompañados con la
voz y guitarra de Rolando.
Hasta que tocó bajar al trabajo,
sin transporte público, y entre abrazo y abrazo de feliz año, actualizar el
inventario de compañeros que ya no están, muchos, más de lo aceptable,
partieron anticipadamente por falta de medicamentos o se debaten bajo esa
amenaza permanente.
Es que hasta para admitir que
somos valientes, el egoísmo ramplón de los “Sembradores de cenizas” quiere
hacer invisible la gesta de nuestros mártires, que van, vienen, pero no dejan
de caminar, el bloqueo y la agresión no discriminan, los autobuses que han
dejado de trabajar por falta de repuestos o porqué fueron incendiados en
protestas, han dejado a pie a chavistas y opositores, a independientes e
indecisos, a indiferentes e incendiarios, a generosos y egoístas.
El duro precio de la paz es
pagado diariamente, a cada hora, cada minuto, de tantas maneras, tan dolorosas
todas, con tal estoicismo, que pareciera poco o nada, quizás solo hasta que la
muerte nos planta cara, y el nombre que pronunciamos se evapora entre los
labios.
Resulta entonces que sí,
necesitamos más “acciones heroicas”, pero sobre todo necesitamos valorar en
plenitud la resistencia de este pueblo, respetar a los que partieron en pos de
otras tierras, pero sobre todo enaltecer a cada uno y todos los que aquí se
quedan a librar esta tremenda lucha, a decir de Argimiro Gabaldón “Somos la
vida y la alegría, en tremenda lucha, contra la tristeza y la muerte,
Venceremos camaradas, Unidos venceremos”.
El Guateque es el epicentro de la
vida y la alegría nuestra de cuando en cuando, Alejandro y Álbaro nos han
permisado y hasta partidas de Stop se dan allí, y hace meses que andamos
haciéndole carantoñas a Rolando para que nos obsequie una Trovada Nocturnal,
así que allí estaremos el sábado 19, presentando, compartiendo estas ideas, al
son de las cuerdas de su guitarra.
#LaVozDeGuaicaiuro