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| Ondea fuerte al viento Víctor, en todas las calles de Chile |
Por Henys Peña (originalmente publicado el 17/09/2018, actualizado el 16/09/2021)
Víctor, vencedor en el tiempo.
El 12 de septiembre el Facebook nos obsequiaba un excelente texto de Enrique Marcelo Hopman, titulado Anunciaban la "muerte" de Víctor Jara”, confieso, no lo sabía hasta ese momento “En 1973 en Santiago de Chile, el diario La Segunda anuncia que el cantante Víctor Jara ha fallecido de manera no violenta, y que su sepelio ha sido de carácter privado. En realidad, Jara estaba siendo torturado y sería asesinado cuatro días después”.Con seguridad no fue el primero en ser asesinado por los medios de comunicación y luego por el fascismo, seguro no fue el único en morir cantando, la realidad mágica se entreteje en este continente de manera tal que carga de ternura sus manos machacadas con las culatas de los fusiles.
Continua Hopman “Víctor Lidio Jara Martínez nace el 28 de septiembre de 1932 y fue secuestrado, torturado y asesinado en 1973… fue un músico, cantautor, profesor, escritor, y director de teatro chileno”.
Para esos días tenía yo apenas siete años, así que no se trata de un recuerdo directo, pero sí uno de esos recuerdos transferidos, como la inexplicable estampita del Capitán Víctor Hugo Morales, entre velas y santos católicos, el afiche de Víctor adornaba el cuarto de mis tíos en La Vega (Caracas), y sus canciones sonaban intercaladas con las de Alí Primera, antes, mucho antes, de que asistiera a mi primer mitin en el Nuevo Circo.
La imagen de Víctor Jara se acrecienta con el paso del tiempo, se hace más densa, se llena de detalles, trasciende al encajonamiento en la “canción protesta”. Su voz escarbó en la piedra, así como las cucharas o cucharillas de los palestinos que hace poco escaparon del encierro y la tortura sionista, así su garganta labró en piedra madre la “Nueva canción chilena” como fundador del grupo Quilapayun, abrirá las puertas a la “Nueva canción latinoamericana”.
Agruega Hopman “Tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, Jara fue detenido el día siguiente por las Fuerzas Armadas de la dictadura militar recién establecida, debido a su militancia en el Partido Comunista de Chile. Fue torturado cortando sus dedos y su lengua para que no pudiese tocar su guitarra o cantar mientras le propiciaban insultos. Tras cuatro días, fue asesinado por disparos en el antiguo Estadio Chile, que con el retorno de la democracia fue renombrado «Estadio Víctor Jara»”.
Concluye “Esta es una de las versiones que existen del último poema escrito por Víctor Jara entre el 12 y el 15 de septiembre de 1973”.
Somos cinco mil
Somos cinco mil aquí.
En esta pequeña parte de la ciudad.
Somos cinco mil.
¿Cuántos somos en total
en las ciudades y en todo el país?
Somos aquí diez mil manos
que siembran y hacen andar las fábricas.
¡Cuánta humanidad
con hambre, frío, pánico, dolor,
presión moral, terror y locura!
Seis de los nuestros se perdieron
en el espacio de las estrellas.
Un muerto, un golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano.
Los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores,
uno saltando al vacío,
otro golpeándose la cabeza contra el muro,
pero todos con la mirada fija de la muerte.
¡Qué espanto causa el rostro del fascismo!
Llevan a cabo sus planes con precisión artera sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas.
La matanza es acto de heroísmo.
¿Es éste el mundo que creaste, Dios mío?
¿Para esto tus siete días de asombro y trabajo?
En estas cuatro murallas sólo existe un número que no progresa.
Que lentamente querrá la muerte.
Pero de pronto me golpea la consciencia
y veo esta marea sin latido
y veo el pulso de las máquinas
y los militares mostrando su rostro de matrona lleno de dulzura.
¿Y Méjico, Cuba, y el mundo?
¡Que griten esta ignominia!
Somos diez mil manos que no producen.
¿Cuántos somos en toda la patria?
La sangre del Compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
Así golpeará nuestro puño nuevamente.
Canto, que mal me sales
cuando tengo que cantar espanto.
Espanto como el que vivo, como el que muero, espanto.
De verme entre tantos y tantos momentos del infinito
en que el silencio y el grito son las metas de este canto.
Lo que nunca vi, lo que he sentido y lo que siento
hará brotar el momento...
Hopman Enrique Marcelo, Anunciaban la "muerte" de Víctor Jara, fuente https://bit.ly/3lzmw2u revisado el 13/09/2021.
18 balas en las piernas
2 balas en el brazo derecho
6 balas en el abdomen
16 balas en el pecho
2 balas en la cabeza,
otras vejaciones
así terminaron de asesinar al cantaautor.
Víctor Lidio Jara Martínez
40 años, fue detenido el
13 Septiembre 1973
su cuerpo fue encontrado el
16 Septiembre.
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