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Riesgos del retorno


Las líneas en el Konuko X


Por: Rafael Marrero.- (08/09/2018)

El anhelado sueño de muchos venezolanos que migraron de nuestra patria hacia países latinoamericanos en su gran mayoría se está haciendo realidad, volver a la Patria Bolivariana, gracias a la participación directa del Gobierno Bolivariano que una vez más está dando muestras de ser un gobierno de corte humanista, nacionalista y patriótico, que sigue los postulados del socialismo y del Bolivarianismo.

Hemos sido testigos de cómo esta semana distintos consulados y embajadas de la República Bolivariana de Venezuela en países como Perú o Ecuador, tan solo por nombrar solo dos casos puntuales, grandes grupos de venezolanos han estado pidiendo y en el peor de los casos exigiendo al Gobierno Nacional que sean repatriados, eso sí, debe garantizárseles las mayores comodidades posibles, con retorno en avión y cubriéndole sus necesidades básicas, incluso se ha colado la información de que le están exigiendo al Gobierno Nacional les sea repuesto su estatus de vida mínimo del que gozaban cuando tomaron la decisión de abandonar el país, es decir, que se les entregue vivienda, trabajo y vehículos, como medida mínima para garantizar su subsistencia en esta “DICTADURA” que estamos viviendo. 

Ahora bien, el plan “Vuelta A La Patria” es un dispositivo activado por el ejecutivo nacional con la intención de repatriar a esos venezolanos que por voluntad propia han decidido retornar al país, cosa que en lo particular me parece bien, ya que es responsabilidad del Ejecutivo darle respuesta a las solicitudes de los ciudadanos venezolanos independientemente del lugar donde se encuentren, pero no deja de generar suspicacia algunos elementos que a continuación paso a comentar y los considero como riesgosos para la estabilidad social y política de nuestro país.

Primero: Si esas personas salieron del país por la voraz “DICTADURA” que estamos viviendo, ¿Por qué quieren retornar?

Segundo: ¿Es casual que las solicitudes de repatriación se estén dando todas de forma sistemática y simultánea en los distintos países donde está ocurriendo?

Tercero: ¿Se ha realizado un seguimiento de las personas que están solicitando la repatriación?

Cuarto: ¿Hay garantía de que la mayoría de esas personas que están solicitando la repatriación, o parte de ese grupo de personas, no fueron entrenadas en esos países de donde provienen, la mayoría miembros del Cartel de Lima, para desestabilizar la paz que logramos con la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente?

Quinto: ¿Existe un plan por parte de las fuerzas de seguridad del estado para repeler cualquier intento por parte de esos ciudadanos repatriados en combinación con la derecha venezolana de subvertir el orden interno de la República y que buscaría socavar la paz social y el reconocimiento institucional que rescatamos a través de la elección de la Asamblea Nacional Constituyente?

Con referencia al tema, pueden existir un sinnúmero de interrogantes que logran surgir desde distintos tópicos que se planteen, lo que sí es cierto, es que la experiencia nos dice que en oportunidades anteriores se ha entrenado personas en países extranjeros con la intención de desestabilizar al gobierno nacional, o ya se nos olvidó lo de la “Fiesta Mejicana”, o los famosos “Manitas Blancas”, o las tácticas de foquismo que experimentamos en los años anteriores y recientemente a principios de 2017.

Es hora de que el Gobierno ponga sus bardas en remojo, diseñe un plan de reinserción de esos venezolanos repatriados donde se les dé una inducción con respecto a la realidad económica y social que vivimos actualmente ya que no son las mismas de cuando decidieron abandonar el país y que sirva como mecanismo de control, ubicación y supervisión de las actividades que estos realicen durante un tiempo prudencial, esto con la finalidad de evitar que nos agarren de sorpresa con golpes blandos, revoluciones de colores o prácticas de foquismo, pudiendo neutralizar cualquier acción que se pudiera generar en este sentido. No podemos ponérselas tan fácil, era parte del riesgo que se suponía correrían al abandonar el país buscando el sueño “Dólar Today”. 

Otro riesgo tiene que ver con los procesos de transculturización que se pudieran experimentar haciendo un uso a la inversa de la experiencia vivida, es decir, realizar prácticas insanas que lleven a la instauración de procesos solapados de redes de corrupción y de comisión de distintos tipos de delitos que socaven la integridad de la ciudadanía y de la familia como cimiento de la sociedad, mecanismos de explotación laboral, sexual, maltratos, xenofobia, entre otras prácticas delictivas a las que muchos de ellos fueron sometidos.

A aplicar las leyes para que no continúe el proceso de “anarquización de la sociedad” al que hice referencia en el artículo anterior.

RESPETO A LOS HOMBRES DE PRINCIPIOS SI SABEN LLEGAR A LOS FINALES!

#LaVozDeGuaicaipuro