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Anarquización Vs. Autoridad


Las líneas en el Konuko IX

Por: Rafael Marrero.- (01/09/2018)


Hemos visto como ha avanzado la implementación de las estrategias de índole financiero por parte del ejecutivo nacional, toda vez que ha sido exitoso el lanzamiento del nuevo cono monetario y el respectivo anclaje que se hizo de la nueva moneda circulante a nivel nacional, es decir, el Bolívar Soberano.

Aunado a lo anterior, vale destacar la implementación de un conjunto de medidas, ya no solamente de orden económico, sino, también de orden social ya que se anunció un nuevo sistema en la escala salarial nacional, la cual es acompañada de la fijación mediante acuerdo entre la empresa privada nacional y el poder ejecutivo de los precios de algunos productos de la cesta básica mediante unos listados de productos que han sido anunciadas progresivamente por el ejecutivo nacional, en un esfuerzo por equilibrar la economía, aunque debemos estar conscientes que el daño que presenta nuestro sistema financiero y económico nacional es inmenso y difícilmente logremos salirle al paso a la crisis inducida en poco tiempo, recordemos que históricamente se ha demostrado que las crisis en las distintas sociedades son cíclicas, cada una de ellas, al pasar, deja el campo minado para otra crisis de igual o mayor magnitud si no se toman los correctivos a tiempo.

Las Líneas en el Konuko de hoy, no buscan hacerse eco del discurso de la desesperanza que los eternos derrotados van regando por su andar en esta tierra tan generosa y libertaria que vio nacer a casi la mayoría de quienes cada sábado nos leen en la página web o nos escuchan a través de La Voz de Guaicaipuro, no, por el contrario, busca es mantenernos muy atentos ante un tema que me ha generado inquietud estos últimos días y que quiero compartir con ustedes para su consideración y análisis. 

Es del conocimiento público el llamado que ha hecho el Presidente de la república a “defender” el salario ya fijado por el ejecutivo nacional mediante la exigencia del respeto a los precios acordados y fijados a los comerciantes, que de manera inescrupulosa se sumaron al encarecimiento de los productos de primera necesidad en un intento voraz por lograr la desestabilización social y haciéndole el juego a los rastreros aduladores del imperialismo norteamericano con miras a buscar una intervención militar en nuestro país con la intención de derrocar al gobierno constitucional y legítimo del Presidente Maduro y de esa manera acabar con el bastión de lucha que representa la revolución bolivariana para los pueblos de América latina y el mundo en general. 

Ahora bien, tal y como lo expresé en la línea editorial de la semana pasada, no hay ningún tipo de garantía para el cumplimiento de esos acuerdos y menos aún, garantía de que las empresas dedicadas a la elaboración, transporte y comercialización de esos productos cumplan tal acuerdo y es allí donde se genera mi alarma, debido a que esa situación precisamente es la que está engendrando un estado de “Anarquización de la sociedad”, entendiendo el término en función de una suerte de desacatamiento de la norma y por ende del desconocimiento del gobierno como agente regulador y garante del orden público en nuestro país.

Si bien es cierto que en términos jurídicos se profesa que el desconocimiento de la Ley no exime de su cumplimiento, en la categorización que antecede, lo que impera no es solo tal desconocimiento de la Ley, sino el desconocimiento del gobierno y por ende de las instituciones públicas, pero esto tiene una explicación. El ejercicio del poder es una regla que ha predominado en todos los sistemas de organización social a lo largo de la historia, lo que nos indica que el ejercicio del poder debe prevalecer para mantener el orden social independientemente del sistema de organización al que obedezca.  

En nuestro caso no se está evidenciando tal ejercicio de poder, toda vez que seguimos viendo, a pesar del esfuerzo de algunas autoridades y del pueblo organizado, que los comerciantes inescrupulosos hacen caso omiso a los decretos que regulan los precios por un lado, por otro, una gran cantidad de comercios ha permanecido con las puertas cerradas desde los anuncios de entrada en vigencia de los precios acordados y algo peor, las cadenas de abastecimiento que históricamente mantienen los productos a disposición de la ciudadanía mantienen los anaqueles vacíos, o en todo caso repletos de productos que en nada tienen que ver con la alimentación del pueblo.

Es hora de ejercer el poder, de poner mano dura y comenzar a aplicar sanciones no solo administrativas y pecuniarias, sino también sanciones coercitivas que impliquen la privación de la libertad de esos vándalos inescrupulosos, donde no solo se contemple la venta controlada de los productos acompañada de una multa, sino la expropiación de las empresas y de los bienes muebles e inmuebles que posean en el territorio nacional, tal como lo establece la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo (LOCDOFT) vigente en nuestro país, o ¿Hay dudas que es esa la calificación jurídica que debe aplicárseles? Cumplen con la caracterización y los supuestos establecidos en esa Ley.

Dejémos la retórica y los discursos para otro momento, el pueblo exige y necesita justicia, apliquen las leyes de manera inexorable y a quien la esté infringiendo aplíquenle castigos ejemplares que el pueblo y la historia se lo agradecerán.                                                                           
Si podemos, vamos, a ejercer el poder a través de la autoridad, eso sí, sin abandonar la producción agrícola que debería ser nuestro principal bastión de lucha! 

#LaVozDeGuaicaipuro