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Zapatos de mi conciencia

Las líneas en el Konuko VI

Por: Rafael Marrero.- (11/08/2018)

   
Como ha sido público y notorio, hemos tenido una semana muy movida en el hecho noticioso, pero lo ha sido aún más en la desmedida arremetida imperial y oligárquica continental y criolla que ha mostrado una vez más sus garras para intentar arrebatarnos de un tirón lo que nos ha costado conquistar con tanto sacrificio en estos casi ya 19 años de este proceso histórico de cambio por el que hemos optado en esta patria libre y soberana de forma democrática y pacífica, a pesar de las rémoras y el sabor de la amarga derrota que resulta de procesos electorales en un sistema democrático tan perfecto como el nuestro.
Se realizó un magnicidio afortunadamente en grado de frustración contra el Presidente de la República, el alto mando Militar, los representantes de los poderes públicos nacionales, el alto mando político de la revolución, cadetes, funcionarios y público asistente a la conmemoración de los 81 años de la fundación de la Guardia Nacional Bolivariana, hecho acaecido el pasado sábado 4 de agosto de 2018.  Fuimos testigos de lo ocurrido en la avenida Bolívar de Caracas esa tarde gracias a que el acto se estaba transmitiendo en cadena nacional de radio y televisión como es costumbre, hubo mucha confusión los primeros minutos luego de lo ocurrido, después, comenzó la ola de rumores con respecto a los hechos.
Lógicamente condenamos de manera enérgica el Magnicidio en grado de frustración ya mencionado, ahora es pertinente hacernos un par de preguntas y trataré de responderlas para la consideración de los lectores y usuarios del programa Konuko Social, transmitido por la radio comunitaria La Voz de Guaicaipuro 102.9 fm los Sábados a partir de las 8:00 am.

En primer lugar, ¿Cómo se explica que personas que han participado en actos terroristas en tiempos recientes en el país no fueron detenidos en su momento y a pocas horas de lo ocurrido el sábado pasado los hayan capturado y señalado como autores materiales y como autores intelectuales del Magnicidio algunos parásitos de la política nacional y oligarcas que se encuentran prófugos? Aquí lo que queda en evidencia es que los actos terroristas anteriores fueron considerados de poca importancia para las autoridades (o por lo menos es lo que parece), como si no fuese un delito mayor atacar un fuerte militar o peor aún, el asesinato de más de 100 ciudadanos venezolanos en las llamadas guarimbas (calificativo que rechazo ya que viene del seno de los mismos que propiciaron esos actos terroristas y no es otra cosa que foquismo).
Segunda pregunta: ¿Quién le metió en la cabeza al Presidente de la República la idea de darle “Beneficios” a esos terroristas en nombre de la paz y el espíritu de reconciliación nacional? El socialismo tiene contradicciones fundamentales y por ende de carácter irreconciliable con el capitalismo, más aún con esa forma que patrocina la violencia como forma de dominación a la fuerza, llámese fascismo, nazismo, o cualquier “ismo” que pretenda joder la autodeterminación de ser un pueblo libre, coño Presidente, para lograr la paz lo que necesitamos es JUSTICIA. 
En este escenario, no faltó quien repitiera dentro de una práctica irracional carente de toda coherencia, el argumento de que las fuerzas del orden público habían impedido la llegada de la Marcha Campesina Admirable el pasado Primero de Agosto al palacio de Miraflores porque estaban en conocimiento de un atentado contra la vida del Presidente Maduro, que estupidez, si hubiese sido ese el escenario real, el Presidente Maduro no se hubiese expuesto abiertamente en la avenida Bolívar de Caracas el pasado 4 de Agosto como lo hizo, por el contrario, hubiese realizado el acto en un fuerte militar con acceso restringido y demás. Lo cierto es que se reúsan a creer que aún hay viejas prácticas en el gobierno (como en toda la sociedad) que no terminan de morir y hay otro tanto o más que no termina de nacer.
Es nuestro deber cultivar y mantener un estado de conciencia que nos permita dilucidar  y ver las realidades que debemos asumir para poder avanzar sin suspender la marcha para escuchar a los que quieren detener nuestro rumbo, es difícil, pero hay que calzarnos los zapatos de la conciencia, como diría Alí Primera.