Las líneas en el Konuko XXIX
Por: Rafael Marrero (09/02/2019)
En la línea editorial del pasado sábado 02 de Febrero de 2019, alerté sobre la existencia de una corriente separatista de las fuerzas revolucionarias que bajo la careta de un “Chavismo Auténtico”, intentan hacer sucumbir la esencia del pensamiento patriota y libertario de nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez, traidores encubiertos como el grupo de exministros del gobierno del Presidente Chávez, encabezados por el tristemente célebre Hector Navarro, así como otro grupo de personajes trepadores como es el caso de Gonzalo Gómez, director del portal Web “APORREA.ORG”, quien paradójicamente recibía financiamiento para su medio electrónico a través de publicidad pagada por el Ministerio de Transporte Acuático cuando el Ministro de esa cartera era el traidor Heber García Plaza, hoy prófugo de la justicia venezolana protegido por el gobierno norteamericano.
Ha comenzado el proceso de recolección de firmas para ser entregado al gobierno de los Estados Unidos en contra de la intervención norteamericana, por la paz, la soberanía y la autodeterminación del pueblo venezolano. No ha faltado quien vea con desánimo e incluso con cierto tono de burla tal iniciativa del gobierno revolucionario, obviando que somos un pueblo de paz que recurre a todos los mecanismos existentes en la diplomacia para preservar la tranquilidad ciudadana y la soberanía, sin que ello implique nuestra firme convicción de no doblegarnos ante las pretensiones del imperialismo norteamericano, quienes de manera descarada y abierta manifiestan su interés de apropiarse de nuestros recursos naturales y de subvertir el orden constitucional que hoy rige nuestra república, siendo este el pilar fundamental del legado que el pueblo venezolano se dio de manos del Comandante Chávez.
Nuestro deber como revolucionarios y como amantes de la paz es salir a firmar el petitorio que plantea el ejecutivo como Poder constitucional y legítimo presidido por el Camarada Nicolás Maduro Moros, salir con alegría, en grupo, con optimismo y convencidos que es una estrategia correcta la propuesta presentada por nuestro gobierno revolucionario. Por ahora nos corresponde salir a firmar, eso sí, convencidos de que la soberanía, la paz y la autodeterminación no se negocian, de allí también el llamado a seguir organizándonos en torno a la defensa de la patria, cada quien desde su área de conocimiento, con coraje y con conciencia firme de que no lograrán doblegar la voluntad de la mayoría del pueblo venezolano y mucho menos subvertir el orden constitucional y jurídico que rige el destino de la república.
Veo con preocupación que en medio de los ataques tan brutales de los cuales somos víctimas a nivel comunicacional por todos los medios y principalmente por las redes sociales, donde está más que manifiesta la guerra de cuarta generación de la que hablaba el General Muller Rojas, el gobierno en todas sus instancias, nacional, estadal y municipal, no hayan puesto en práctica un plan especial para el incremento de la producción agrícola y pecuaria, que en caso de una confrontación bélica nos sirva para abastecer al pueblo por lo menos con el mínimo de alimentos que requiere la población venezolana, siendo priorizado contrariamente el embellecimiento de las 60 ciudades más importantes del país como si eso es fundamental cuando el ataque ha sido prolongado y sistemático contra la calidad de vida de los venezolanos en cuanto a satisfacer sus necesidades básicas entre ellas la alimentación se refiere.
La defensa de la patria pasa por la defensa de los Derechos Humanos fundamentales entre los que se encuentra la alimentación. Debemos también sumarnos a la producción de alimentos dentro de las posibilidades reales de cada uno de nosotros, está llegando el momento de la cayapa, de la montonera, de la resistencia organizada, de las barricadas, principalmente las ideológicas para impedir el paso de la falsedad y de la traición a la patria.
Por último voy a dejarlos con una frase que circuló el día de ayer por las redes sociales que dice:
“Hay que ser muy malparido para haber sido liberado por Bolívar y prestarse al juego del imperio para romper la unidad de la patria grande latinoamericana”.
Walter Martínez.