Las líneas en el Konuko XXII
Por: Rafael Marrero (01/12/2018)
En medio del intríngulis social en el cual nos encontramos, es importante diferenciar entre dos conceptos que por lo general solemos confundir con mucha frecuencia y tiene que ver con el sufragio y el voto.
El sufragio es el Derecho que tenemos los ciudadanos de elegir dentro de un sistema democrático a las personas que serán responsables de ejercer funciones públicas a favor de la ciudadanía en general, independientemente de la opción política que representen los candidatos a optar por dichos cargos.
El voto es el ejercicio del sufragio, es decir, es el acto mismo mediante el cual se materializa el Derecho al sufragio dentro del sistema electoral democrático. Ahora bien, es de suma importancia el voto como praxis inequívoca del sufragio, en el entendido que somos corresponsables del destino político de nuestro país siendo un deber la total aceptación de los resultados sean cuales fueren los mismos, eso hace efectiva la existencia de un régimen democrático en cualquier nación.
Los hombres y mujeres revolucionarios quienes apostamos en todo momento por un cambio de paradigmas al haber elegido al Comandante Hugo Chávez como Presidente de la República lo hicimos convencidos de que era necesario un cambio estructural en las instituciones y en la forma de gobernar el país. Nuestro Derecho al sufragio así como el voto que se emitió en esa oportunidad fueron respetados, muy a pesar de los intentos de la derecha apátrida de desconocer los resultados, tal y como lo han hecho en todos los procesos electorales donde el proyecto Bolivariano ha resultado ganador.
Las próximas elecciones de Concejales que están por venir son de una importancia coyuntural que ha sido solapada por la ola de especulación a nivel económico y de descrédito político en que se han visto envueltas las gestiones en muchas instituciones e instancias de gobernabilidad, cosa que ha sabido manipular muy bien la Derecha traidora para estimular y provocar la abstención en gran parte de la población, incluso en actores de las mismas filas del proceso revolucionario.
Lo que está en juego no son los curules en los Concejos Municipales, habrá representantes de uno u otro bando político electos para esos cargos, el problema radica en que la abstención pudiera provocar una suerte de “Deslegitimación” de esos resultados, el discurso ya preparado es que los resultados serán legales mas no legítimos si la abstención supera por más de la mitad al padrón electoral actual, lo que puede aligerar el proceso de intervención militar extranjera que progresivamente se ha hecho sentir por las evidentes amenazas de los distintos gobiernos de derecha del continente aupados por el imperialismo norteamericano.
En resumidas, pudiéramos decir que el “no votar” garantizaría quizás el paso final que le dé cabida a una intervención militar extranjera y lógicamente a la guerra en esta patria de libertadores. Quienes comulgamos con el orden democrático en nuestro país, siempre hemos vivido sobreviviendo, luchando por mejorar las cosas y de cambiar todo lo que debe ser cambiado, parafraseando al Comandante de la Revolución Cubana Fidel Castro, y es así, seguiremos sobreviviendo hasta lograr una patria libre, soberana, de igualdad y verdaderamente revolucionaria.
La abstención no es una opción!
“Me preguntaron cómo vivía, me preguntaron, sobreviviendo dije, sobreviviendo, Tengo un poema escrito más de mil veces, en el repito siempre que mientras alguien proponga muerte sobre esta tierra y se fabriquen armas para la guerra, yo pisaré estos campos sobreviviendo”.
Víctor Heredia.
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