FUENTE: MEORIA COLECTIVA VIVIENTE DE LA COMUNIDAD.
Hablar de la historia de la Comunidad del 23 de Enero de Los Teques, no es algo muy sencillo y mucho menos algo a lo que se pueda acceder en cualquier fondo documental tradicional para hacer un estudio de carácter histórico, pero sí algo que nos lleno de mucha experiencia y saber popular por la forma en que buscamos en los distintos rincones del ámbito geográfico del Consejo Comunal del 23 de Enero un dato, una anécdota, un cuento, una historia, un mito, una leyenda, en fin esa memoria viviente que aún puede dar un testimonio fehaciente de lo que fue el pasado y lo que ha sido el presente de esta populosa y apacible comunidad.
Según relato de los vecinos más longevos de la Comunidad del 23 de Enero, se dice que lo que hoy conocemos como ámbito geográfico del Consejo Comunal del 23 de Enero, el cual está comprendido por el Barrio El Cementerio, el 23 de Enero zona “A” y el 23 de Enero zona “B”, y habitado en la actualidad por más de 1.750 vecinos (dato del Censo Comunal 2006), tuvo muchas denominaciones o nombres, o como se dice en el lenguaje de los geógrafos “Toponimias”; razón por la cual lo que hoy se conoce como sector El Cementerio, tuvo como primer asentamiento vecinal un conjunto de casas en las proximidades del Camposanto puesto en funcionamiento por la municipalidad en el año 1904, dicho asentamiento vecinal tuvo por nombre EL BARRIO CHINO, el cual se instalo en lo que hoy se conoce como Calle Falcón con Calle Páez, esta comunidad se identificó por estar habitada por personas que buscando asentarse en la llamada “Ciudad del Clima Ideal”, provenientes de otras locaciones del País, en especial Aragua, Caracas y Maracaibo construyeron aquí sus casas y establecieron sitios de expendio de alimentos y en especial de bebidas alcohólicas (Botiquines), progresivamente fue creciendo la población de la zona, se dice que fue producto de la proximidad al centro de la ciudad, y es dato importante los apellidos de los primeros fundadores de esta Comunidad, como lo son la Familia Pérez, la Familia Yánez, la Familia Hernández, la Familia Luna, la Familia Colmenares, la Familia Ibrain y otras más, destacándose como personajes de la zona Encarnación El Frutero, Nene Pérez (Carretero y criador de serpientes) y El Dr.Luna (Odontólogo reconocido del sector). Este importante crecimiento poblacional dio lugar a que el asentamiento conocido como El Barrio Chino pasará a conocerse como Barrio El Cementerio, nombre que en la actualidad conserva y que tiene su origen por la proximidad al Camposanto que sirve como referencia geográfica para identificar la zona en referencia.
Importante es precisar como los vecinos de este importante sector del Consejo Comunal del 23 de Enero han visto como se ha transformado la calidad de vida de la zona y como lo que en un tiempo era un acto de respeto y motivo de guardar conductas, como lo eran los entierros de los difuntos que eran sepultados en el Cementerio Municipal, se transformó en un dantesco espectáculo en el cual se rinde una apología al delito, dado que ya es común ver como se escenifican grandes balaceras cada vez que es enterrado en el Campo Santo un difunto que en vida tuvo comportamiento delictual y se le rinde como último tributo este tipo de escenas a las que se suman el cierre prolongado de las vías del sector, el sacar al difunto y empinarle una botella de licor o bañarlo del contenido de esta y lo que es peor aún la protagonización de riñas y llegar al extremo de efectuar atracos o causarle daños a la propiedad de los vecinos de la zona.
Al igual que el sector El Cementerio, otros sectores que conforman el ámbito geográfico de el Consejo Comunal del 23 de Enero tienen su historia, tal es el caso de la zona “A” del Barrio 23 de Enero, este lugar tuvo como primera denominación “EL CHURRUSCO” hasta avanzada la segunda década del siglo 20 y producto de la puesta en funcionamiento de el Cementerio Municipal en la zona (1.904) se tomo este camposanto como referencia geográfica para referirse al asentamiento vecinal establecido en la parte oeste de la Parroquia Los Teques al que se le denominó luego “ALTOS DEL CEMENTERIO”, vecindario que fue poblado por las familias Bello, Rondón, Pérez, Guzmán, Acevedo, Lizarraga, Correa, Guerra, Serrano y otras.
Entre los datos de leyenda que se tienen de la zona, se dice que en este sector del 23 de Enero, vivía una señora de nombre Margarita Bello (Margaritica), famosa “Curiosa” o “Bruja” de Los Teques, la misma pertenecía a una de las familias fundadoras del sector y dueña de una gran extensión de tierra de la zona; a la cual visitaba para “consultarse” un famoso personaje de la vida pública y política Venezolana, como lo era el General Marcos Pérez Jiménez, Presidente de la República de Venezuela para ese entonces, este personaje, se dice, dejaba su lujoso Cadilac con algunos de sus escoltas en la plazoleta del Cementerio y subía a pie por la calle de tierra acompañado de uno de sus edecanes hasta llegar a la casa de Margaritica para que le dijera que le deparaba el destino y quienes lo estaban engañando y que le harían sus enemigos, en fin en esta comunidad encontraba esa ayuda extra que el poder político, económico y militar no le daban.
En la actualidad, esta parte de la Comunidad del 23 de Enero, es una de las más pobladas que conforman el ámbito geográfico del Consejo Comunal del 23 de Enero, registrándose según el censo comunal del 2006, más de 160 familias que se traducen en unos 715 vecinos.
Otro de los sectores del Consejo Comunal del 23 de Enero, es la zona “B” del Barrio 23 de Enero, comunidad que fue identificada por muchas denominaciones o toponimias, teniéndose conocimiento que la misma tuvo como primer nombre Pueblo nuevo, luego Punta Brava, después El Infiernito, denominación esta que no se debe a que el referido sector reuniera formas o niveles de vida y comportamiento que dieran lugar a esta denominación, sino por que en la parte baja del Barrio desembocaba una quebrada que en los tiempos de invierno impedía el paso desde la ciudad de Los Teques hacia la población de San Pedro, producto de las altas y peligrosas crecidas que experimentaba; pasándose a denominar 23 de Enero zona “B”, ya adentrada la década de los sesenta, producto del derrocamiento del General Marcos Pérez Jiménez como gobernante del País el 23 de enero del año 1.958, fecha que fue tomada como referencia para denominar o asignar nuevas toponimias a diferentes ciudades del País.
En este sector del 23 de Enero, al igual que los otros dos que componen el ámbito geográfico del Consejo Comunal, se conocen quienes fueron las primeras familias que lo habitaron, como lo son los Pérez, los Blancos, los Castros, los Lizarragas, los Camejos, los Torres, los Ibarra entre otras; conociéndose algunos personajes que se destacaron por el ejercicio de algunas prácticas, oficios o actividades que le dieron vida al sector, entre quienes se destacó Benito Blanco (Difunto), guitarrista y compositor de musica romántica y boleros; Adolfina Torres, famosa dulcera; Pablo Lizarraga, (Difunto), El Bodeguero de El Barrio y la señora Torres (Diunta), Famosa Partera
Esta denominación que se le dio a la Comunidad del 23 de Enero, en ningún momento obedeció a una sectorización que buscara mantener un orden alfabético de las zonas, dado que la misma se correspondía con la topografía del terreno ocupado por la comunidad, razón por la cual al sector “A” del 23 de Enero se le denomina así por ser la parte Alta del Barrio y al sector “B” por ser la parte Baja del mismo.
Al igual que muchas de las comunidades que hoy conforman las barriadas más antiguas de la Parroquia Los Teques, el 23 de Enero es una Comunidad consolidada, a la cual llegó el servicio de agua potable por tuberías a finales de la década de los 50, surtiéndose los vecinos del vital liquido mediante el uso de tres (03) pilas de agua que estaban colocadas: una en el sector El Cementerio, otra en al frente de la familia Rodríguez Carpio, al comienzo de la subida de la calle Ayacucho y la tercera en la parte alta de la Calle Ayacucho, al frente de la familia Bello; servicio que fue mejorado en la segunda mitad de la década de los sesenta debido a la colocación de tomas domiciliarias por parte del Instituto Nacional de Obras Sanitarias (INOS) hoy conocido como Hidrocapital.
En lo que respecta a lo educativo, este servicio pasó a mejorarse con la inauguración de la Escuela Guaicaipuro en el año 1.953, la cual pasó a atender a toda la población estudiantil desde primero a sexto grado, no solo de la comunidad, sino de comunidades vecinas; a este servicio se sumo en los años sesenta el servicio de salud primaria, inaugurándose el Dispensario Municipal del 23 de Enero, hoy conocido como Dispensario Dr. José Molinarí que pasan de manera conjunta a complementar otras mejoras o servicios con los cuales fue contando esta comunidad en forma progresiva, pasando a tener calles pavimentadas después de haber tenido que transitar por calles de tierra hasta avanzada la segunda mitad de la década de los cincuenta y más adelante, en la década de los setenta pasaría a contar con el servicio de agua servidas o de cloacas.
Todo lo antes descrito busca dar una aproximación a lo que es la historia de la Comunidad que conforma el Consejo Comunal del 23 de Enero, enmarcada en una forma sencilla, pero compleja de buscar información en quienes representan la memoria viviente de esa importante Comunidad Guaicaipureña; Individuos que han visto transcurrir los años y ver como ha mejorado o desmejorado lo que fue y ha sido su terruño, personas que se ha negado a irse de un espacio donde crecieron y vieron nacer y crecer a los suyos, vecinos que se sienten orgullosos de decir de donde nació el nombre de 23 de Enero sin olvidar como era y como se llamaba su comunidad en otros tiempos, ciudadanos que nos enseñaron cuando nosotros creímos que íbamos a enseñar, venezolanos que nos hicieron identificarnos más con nosotros mismos porque aprendimos a estudiar fuera de un aula y conocer que la Universidad de la Vida esta en la calle de donde nunca debemos salir para conocer la verdad verdadera de lo que es un pueblo, Nuestro Pueblo.
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