Por: Alejandrina Reyes, amiga de Gasolina
Buenas tardes querid@s amig@s.
Hoy cerca del medio día logramos darle sepultura a nuestro querido y recordado Arturo Acosta, mejor conocido como "Gasolina", sin protocolos, sin aplausos, sin discursos incendiarios, ni cantos de Bella Ciao o el grito de guerra a la muerte "Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos", ni una flor, ni un aplauso, ni una foto, todo ligerito como es propio luego de estar descompuesto y tirado 3 días esperando desde el sábado que alguien lo recogiera y lo llevará a la morgue, luego de sufrir un infarto. Ligerito, alzó vuelo a la velocidad del viento, tu, tu, tuuuuuu, cantándole a su negritooooo.
Lo logramos, Gasolina, acompañar a tus hijos en esa incomodo momento donde pides ayuda y quizá pocos puedan brindártela o bien porque no pueden o bien porque no quieren. Lo logramos, enterrarte en suelo prestado, en una urna sencilla pero digna, este 9 de diciembre del 2020, contigo quedó enterrada allí la desesperanza, ese movimiento del no se puede, la subestimación a los pobres, a los "desechables", a los talalé de siempre.
Contigo quedaron enterradas las apariencias, las fotos digitales de esa gente que se te acercaba para decir "aquí estoy junto a los de a pie", pero luego no le importaba si comías o estabas enfermo, o peor , muy bajito pero muy bajito decían: "que fastidio calarse a este ser, que lo que hace es pedir", sin embargo, afuera quedó todo lo bello construido, las amistades, las manos mansas, tu canto solidario de siempre, tu afrenta, concreta, no sólo simbólica frente a lo establecido, tu dignidad y la de tus hijos, tu canto de Aurora, que siempre te pedía, las anécdotas como aquella que me referiste en mi casa, donde te extrañabas porque la gente no entendiera que la laptop que te regalaron quedó dañada porque se la prestaste a más de 150 personas de Consejos Comunales, para que aprendieran y se alfabetizaran tecnológicamente por su cuenta en las comunidades.
Afuera quedan las almas de cientos de cuatros que pasaron por tus manos y vieron arder sus almas por esa gasolina rumiante.
Afuera, Gasolina, quedaron las lágrimas en los ojos de los que te queremos e incluso la de aquellos que algún día dijeron que te soportaron pero luego de escucharte o verte en estos días digitales, votaron una lagrima en tu recuerdo.
Adentro se fue también lo aparente, lo falso, lo decadente que hiciste visibilizar y expresaste en muchas de tus canciones, eso sería maravilloso se haya enterrado al lado de tu cuerpo que ya no era tu cuerpo, pero esa alma, pero esa alma libre vuelta canto, vuelta Blues estará siempre a nuestro lado increpandonos.
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